Está comprobado que una detección a tiempo puede reducir considerablemente la tasa de mortalidad de cáncer de mama. Esta enfermedad se origina por un tumor maligno que crece de forma no controlada y que puede afectar tejidos sanos alrededor de la mama y alcanzar órganos alejados.

El cáncer de mama es el más diagnosticado en América Latina y es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres de la región. Según la Organización Mundial de la Salud, para el año 2020, las mamografías disminuyeron un 61% durante la pandemia. 

Es importante tener rutinas de autoexploración y autocuidado, así como revisiones médicas periódicas para detectar alguna anormalidad a tiempo y consultar con especialistas. Lo recomendado es realizarse exámenes clínicos de detección anualmente a partir de los 30 años. Estos exámenes son despistaje clínico, mamografía y ecografía mamaria.   

Autoexploración

Hazte el autoexamen entre 3 a 5 días después de que inició tu periodo. En ese momento las mamás ya no estarán tan sensibles, y será más fácil revisarte. 

Observa tus mamas frente a un espejo

Pon las manos en las caderas y observa frente a un espejo el tamaño, forma y color habitual de las mamas. Revisa que no presenten deformaciones o inflamaciones. 

En caso de notar arrugas o bultos en la piel, cambio de posición de algún pezón o que esté hacia dentro, acude a un especialista. Así mismo que observas sarpullido o enrojecimiento o si estás teniendo dolor. 

En la ducha 

Levanta el brazo derecho y con la yema de los dedos de tu mano derecha examina tu seno derecho en sentido circular. Presiona con el fin de notar las formas del tejido interno. Al terminar, lleva tus dedos a unos dos centímetros de distancia del seno y realiza la misma revisión. Ve a la axila, presiona y recórrela. 

En caso de que encuentres alguna protuberancia, consulta con tu especialista. 

Si notas algún bulto, no te asustes y guarda la calma. Muchas mujeres tienen bultos o zonas de bultos en las mamas y en la mayoría de los casos son benignos y  no cancerosos. Sin embargo, es importante consultar con un médico o médica para descartar un cáncer. 

Conviértelo en un hábito y lleva un registro 

A medida que incluyas en tu rutina la autoexploración podrás familiarizarte más con la forma de tus mamas y cómo se sienten. También conocerás mejor las zonas vecinas, de tal forma que será más fácil reconocer algún cambio. 

Registra en un diario las fechas y las conclusiones de la autoexploración. Puede suceder que aparezcan bultos en momentos puntuales del mes y desaparezcan después. Estos cambios pueden estar relacionados con el ciclo menstrual. Sin embargo, el registro puede ayudarte a establecer si es algo normal en tu cuerpo o si es algo inusual.  

La autoexploración mamaria hace parte de nuestro autocuidado y la atención que prestemos a los cambios y señales de nuestro cuerpo. 

¡Espero que te haya sido útil esta guía! Si quieres leer más tips o recomendaciones relacionadas con autocuidado y bienestar, no te pierdas mis contenidos sobre Estilo de vida en Bellennials.