Cuidar el planeta es, sin duda alguna, cuidar de sus mares y océanos, de sus ecosistemas marinos y de la fauna y flora que allí crece. 

Pero el mar está en peligro constante, y las ballenas, en riesgo de extinción. Las razones son muchas: caza indiscriminada, pesca ilegal, contaminación de los mares, radares inadecuados que hacen que las ballenas se pierdan, redes en las que quedan atrapadas. 

Estas grandes especies marinas son una parte indispensable de la salud del ecosistema: en sus largas migraciones, las ballenas distribuyen, a su paso, nutrientes por todo el océano. 

Son consideradas, además, los bosques de los océanos porque pueden capturar toneladas de carbono y reducir el CO2 de la atmósfera. Eso sin contar con que, donde hay poblaciones de ballenas, hay una cantidad importante de fitoplancton que produce, al menos, el 50% del oxígeno de nuestra atmósfera. ¿Son increíbles no? 

Más allá de su importancia para la conservación de nuestro planeta, conectar con los animales como seres sintientes y cuya vida tiene un gran valor es inaplazable.

Por todo esto, te invito a ser parte de la conservación de estos animales majestuosos: Recuerda, desde el más pequeño aporte puede hacer un gran cambio. 

Minimiza el consumo de plásticos  

El plástico es uno de los mayores contaminantes de los mares, y lo cierto es que está en todas partes. Es vital lograr disminuir al máximo el uso de plásticos en nuestro cotidiano evitando el uso de bolsas, envases, hilo de pescar, globos, ect. 

Es importante que logremos minimizar el impacto que tienen los desechos en la naturaleza consumiendo de forma consciente y regulada. 

Compra productos sostenibles

Elige comprar a productores locales o a aquellos que produzcan a una escala más lenta. Puedes también tener tu propia huerta, y disminuir el consumo de carne y lácteos de granja industrial y optar por aquellos que provengan de una granja sostenible y responsable con el medio ambiente. 

Turismo responsable 

Evita comprar productos hechos con especies marinas como la caparazón de tortuga, conchas de mar y similares, así como consumir productos marinos que provengan de la pesca ilegal. Investiga qué pesca está permitida en la zona que visitas. 

Siempre lleva un talego para botar los residuos que produces en la playa, recoge los que veas tirados y produce la menor basura posible. 

Si tu viaje incluye avistamiento de ballenas: 

• No presiones al guía para que se acerque a la ballena o la rodee. Es importante respetar siempre la distancia mínima de seguridad (100 m) y los acercamientos, que deben ser pausados. Nunca se debe acorralar a los animales entre el barco y la costa.
• Lo recomendable es que sea una embarcación a la vez. Si son dos o más (máximo 4) es importante que todas estén en comunicación constante y coordinen los acercamientos con el fin de no acorralar a las ballenas o atravesarse en sus rutas de viaje. 
• No es recomendable rodear o navegar alrededor de un grupo de ballenas pues podríamos separarlo o dispersarlo, y esto pondría en peligro a las crías. 

Como puedes ver se trata de acciones simples que puedes hacer desde tu cotidiano y que pueden generar un impacto positivo en la conservación de nuestros océanos, ¿te apuntas? 

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