Reconocer y defender el conocimiento ancestral es uno de los objetivos de este diseñador.
Pablo no solo es amante de las técnicas ancestrales de su país sino también de los artesanos que trabajan junto a él. Para él lo más importante es garantizarle a cada uno de ellos la venta de su producto para que obtengan el sustento diario. Ambas partes trabajan de la mano en co-creación. Pablo, por su parte, analiza las técnicas de cada familia y con base en ello desarrollan sus productos. La tradición de este pueblo permanecerá gracias al trabajo de UAÍA. ¿Te animas a un chanchito o una gallina?