El uso de eufemismos como "el ciclo", "esos días especiales" o "el periodo" es común al hablar de menstruación. Sin embargo, en varias partes del mundo, el estigma en torno a este proceso va más allá de las palabras. Para algunas chicas, la menstruación implica el aislamiento o la exclusión de sus hogares; otras carecen de acceso a productos sanitarios y deben recurrir a soluciones improvisadas. Hablar abiertamente de la menstruación ha sido durante mucho tiempo tabú, y es posible que muchas mujeres solo hayan conocido sobre ello después de experimentarlo por primera vez.
Lo cierto es que los tabúes y estigmas que se generan alrededor de la menstruación tiene consecuencias para las niñas, jóvenes y mujeres, así que vamos desvirtuarlos y fomentar conversaciones abiertas sobre este tema esencial para el bienestar de todas.
Y es que, aunque 300 millones de mujeres y niñas enfrentan la menstruación diariamente, una investigación (2022) de Plan International revela que el 35% de las jóvenes encuestadas piensa que este proceso debe mantenerse en secreto. Este estigma es el resultado de desigualdades de género profundamente arraigadas y mitos perpetuados por la cultura y la falta de acceso a información. Esto lleva a que el 55% de las encuestadas asocie la menstruación con términos como "sucio", y el 31% y el 38% la relacionen con "vergonzoso" y "asqueroso" respectivamente.
El estigma no solo afecta las actitudes hacia la menstruación, sino que también tiene implicaciones en la vida cotidiana de las niñas. La exclusión de actividades diarias y la falta de acceso a productos menstruales de calidad afectan su bienestar y confianza en sí mismas.
La relación entre el estigma y la desigualdad de género es clara y también tienen implicaciones en la educación de las niñas. La Fundación PLAN informa que en algunas poblaciones, el 90% de las niñas no tiene conocimiento básico antes de su primera menstruación. Además, el 30% de las niñas en edad de desarrollo se siente incómoda y avergonzada al hablar sobre la menstruación. Estos tabúes pueden limitar sus oportunidades y reforzar percepciones negativas.
Vamos a desafiar la percepción negativa sobre la menstruación
Las niñas y adolescentes merecen comprender que la menstruación es un proceso natural, y no un motivo de vergüenza. El camino para empoderar a las mujeres implica educar y normalizar conversaciones abiertas sobre la menstruación. La encuesta también revela que el 92% de los adolescentes y jóvenes está de acuerdo en que los períodos menstruales deben ser normalizados.
Es hora de romper con los tabúes, desafiar las creencias y cambiar actitudes. Al hablar abierta y sinceramente sobre la menstruación, apoyar campañas que desafíen los estigmas y educar a las nuevas generaciones, podemos construir un mundo donde la menstruación sea motivo de orgullo y empoderamiento.
Por ello amo tanto Nosotras, porque fomenta la naturalidad en la conversación sobre la menstruación sin tabúes ni eufemismos, porque plantean temas que muchas mujeres vivimos y busca la manera de que vivamos una menstruación libre y cómoda. Cómo lo merecen todas las mujeres del mundo.